Este valor nos recuerda que debemos centrarnos en el objetivo o el valor empresarial que intentamos ofrecer, en lugar de en el papeleo. (Algunos sectores muy regulados, como el de los dispositivos médicos, requieren mucha documentación, pero eso forma parte del trabajo que hay que hacer). Este valor se refiere a la clase de documentación que no se incluye para hacer bien el trabajo.
El enfoque ágil de la documentación es "lo justo, a tiempo y, a veces, cuando es necesario".
Esta frase es una abreviatura para recordarnos tres conceptos importantes:
- La documentación ágil debe ser "lo justo" para cubrir nuestras necesidades. De este modo, la mayor parte de nuestros esfuerzos se centran en el producto.
- La documentación ágil se realiza justo “a tiempo" -también conocida como "en el momento apropiado"-, por lo que no tenemos que dedicar tiempo extra a mantenerla actualizada a medida que cambian nuestros requisitos y diseños.
- Por último, el "cuando es necesario" nos recuerda que, a veces, cuando se exige o solicita documentación, es más fácil y preferible presentarla que afrontar las consecuencias de no hacerlo.
Este último punto no significa que nos limitemos a complacer solicitudes de documentación innecesarias; por ejemplo, la metodología Lean incluye el poderoso concepto de preguntar "¿Por qué?" cinco veces para averiguar lo que realmente necesitamos. Sin embargo, también merece la pena ser inteligente: dado el tiempo y el esfuerzo limitados de que disponemos en un proyecto, tenemos que decidir dónde concentrar mejor nuestra energía y qué batallas perseguir. Así que, aunque valoremos trabajar en el producto antes que, en la documentación, eso no significa que abandonemos los valores opuestos.
Los proyectos de software suelen iniciarse con el objetivo de crear software valioso y de alta calidad, pero frecuentemente se quedan atrapados en entregables intermedios, tales como una extensa documentación, la cual no respalda el objetivo final de obtener software funcional. El software sin documentación es ciertamente problemático y dificulta la asistencia y el mantenimiento, pero una documentación exhaustiva sin software funcional, carece de valor en la mayoría de las organizaciones.
Muchos desarrolladores de software están orientados al detalle y al proceso; aunque estas características son a menudo muy beneficiosas, también pueden significar que el enfoque de los desarrolladores puede distraerse fácilmente de la verdadera razón por la que están llevando a cabo proyectos de software: escribir software valioso. Así que este énfasis en valorar el software funcional por encima de la documentación exhaustiva actúa como un recordatorio necesario y útil de por qué se encargan estos proyectos en primer lugar: para construir algo útil. La documentación por sí sola, o a expensas del software funcional, no es útil.